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Muy malo che. Sumamente incómodo. Tenés que andar peleando con 100 personas para servirte comida de un mostrador diminuto, por ejemplo ponen de a 10 milanesitas, las papas fritas las sirven tres o cuatro personas cada vez que rellenan la bandeja y lo hacen cada 20 minutos más o menos. ¡Una desorganización total!
¡Qué horror! Una farsa total, los que te anuncian el lugar en la calle te venden puro humo, nada que ver con lo que te dicen. Muy poca variedad, la ensalada rusa estaba podrida, con un sabor agrio. Las milanesas nadaban en aceite, y el famoso churrasco de la parrilla era duro y medio crudo. Solo eso y chorizo, eso sí estaba bueno. Te dicen que las bebidas están incluidas, pero resulta que luego te dicen que es un litro cada 2 personas. Poca variedad de postres y prácticamente sin sabor. Tardaron una eternidad en traer la parrilla, o sea, el churrasco duro, y si querías repetir, te hacían esperar un montón. Estoy muy decepcionada porque te obligan a comer lo que ellos quieren y en las cantidades que ellos quieren. Tardan en reponer los platos en las mesas y la higiene es mala. $500 por persona. Barato, pero me salió carísimo, ya que era la primera vez que estábamos de paseo por Chuy (¡Nunca más!). No le doy cero estrellas porque no se puede.
¡Qué rico todo y qué buena atención! ¡Recomendado al 100% che!
Buen ambiente familiar, con una gran variedad de comidas y una atención de primera. Pagamos unos $500 uruguayos por persona, que nos incluía la comida, asado/chorizo servido en la mesa, postre y una bebida de 1 litro.
Qué horror, la verdad que fue un desastre total. Pedí asado y me lo trajeron frío con arroz pegoteado, y para colmo ¡ese asado ya había pasado por otras mesas, era la sobra de otro comensal! ¡Una vergüenza total!
Buena comida y una atención de diez, ¡qué cosa linda!
La comida un desastre, la bebida natural, el asado no era asado sino costillas cortadas en pedacitos de 10 centímetros pero duros y grasientos. La gente te atropella por la comida, lo que más había eran ensaladas, los postres pintan de nada, horribles. El baño, de uso común tanto hombres, niños o mujeres, si mirás al techo lleno de hongos y descascarándose arriba tuyo...
La verdad que fue re feo, no había milanesas, la carne estaba durísima y llena de grasa, los postres todos con leche y las moscas vuelan por todos lados. La gente hablando pegado a las bandejas de comida. ¡Ni una variedad, puro ensalada!
Sale 500$ por persona, hay poquita variedá de comida y postres. La bebida es una coca de a litro cada dos personas. Los chorizos están ricos, parrilla casi nada, solamente unos churrascos. El local está bien, los empleados son amables.
Este lugar fue el único que realmente nos dejaron comer adentro con el perrito (es súper chiquito, se quedó abajo de la mesa y ni se sintió). Los demás lugares nos decían que aceptaban mascotas pero afuera y hacía frío o directamente no aceptan, ¡una falta de consideración! Pagamos $500 cada uno con bebida, agua y postres, la comida muy rica, en constante reposición, pasaban a cada rato con el asado, ¡qué delicia! Quizá le falte un poco de variedad, pero lo que había estaba muy rico. Los postres escasos pero sabrosos y sin restricciones. Otra cosa que destaco es la calidez del personal, todos muy amables. De hecho, había una muchacha con su peque en una crisis de llanto y de pegar , tirar cosas, etc. Y unas muchachas se acercaron a contener a la mamá porque se había puesto muy mal y le trajeron juguetes al nene. Incluso una de ellas salió a comprarle un cuaderno y lápices de colores, ¡un gesto muy lindo!